Von der Jugendherberge in der Myrthengasse an die Tür zu einer der schönsten mitteleuropäischen Städte, halt 10 Gehminuten. So lange haben wir bis zur Station der U2 Volkstheater gebraucht. Von dort weg ging´s dann weiter zu den Hauptsehenswürdigkeiten Wiens. Das Programm setzte sich aus einer ausgewogenen Kombination von Kultur und Spass zusammen: von Museen wie dem Leopoldmuseum und der Secession über Beispiele für Wiener Baukunst wie die Hofburg, das Schloss Schönbrunn, die Oper, die Gebäude an der Ringstrasse, der Kärtnerstrasse und dem Graben oder das Hundertwasserhaus bis hin zu Vergnügungsorten wie dem weltberühmten Wurstelprater und dem Museum der Illusionen, alles absolvierten wir in diesen viereinhalb Tagen ohne Pause.
Zum Ausruhen war aber auch ausreichend Zeit da. Und selbstverständlich ebenso zum Ausgehen am Abend. Nicht umsonst lag unsere JH mitten im 7. Bezirk zwischen Burggasse unbd Neustiftgasse, einem der belebtesten Szeneviertel der Hauptstadt.
Natürlich nützten die Jungen und Mädchen (Buben und Mädels auf Österreichisch) die Nähe der Mariahilferstrasse, der Einkaufsmeile Wiens, um sich mit Einkäufen für sich selbst und ihre Familien einzudecken. Wer es aber etwas vornehmer haben wollte, ging in der Kärtnerstrasse einkaufen.
Am 24. ging´s dann wieder heim. Insgesamt waren es fünf Tage voller Erlebnisse und Freude. Lass uns auf ein Wiedersehen hoffen!
Desde el Albergue Juvenil de la Myrthengasse hasta la puerta de acceso a una de las capitales centroeuropeas más bonitas sólo distan 10 minutos a pie. Es lo que empleamos para llegar a la parada de Volkstheater de la línea 2 del metro. Desde allí nos dirigimos a los lugares de interés más conocidos de Viena. En el programa se combinaron de forma equilibrada cultura y diversión: desde museos como el Leopold y la Secession, pasando por los ejemplos más representativos de la arquitectura vienesa, como la Hofburg (Palacio Imperial), el Palacio de Schönbrunn, la Ópera, los edificios señoriales de la Ringstrasse, de la Kärtnerstrasse o del Graben o la Hundertwasserhaus, hasta el Parque de Atracciones del Prater o el Museo de las Ilusiones. Todo ello en cuatro días y medio sin pausa alguna.
Pero también dejamos algo de tiempo para relajarse.Y, por supuesto, también para salir de tarde/noche. No en vano el albergue estaba situado en el Distrito 7 entre las calles Burg y Neustift, uno de los centros de ambiente nocturno más concurridos de la capital.
Los chicos y chicas aprovecharon, por descontado, la cercanía de la calle Mariahilfer, centro neurálgico de las compras, para llenarse de regalos para ellos y sus familias. O bien la calle Kärtner en el centro, para los más exigentes.
El día 24 tocó volver a casa, después de cinco días de experiencias y diversión. ¡Ójala podamos volver otra vez!