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Leonardo Padura en la Biblioteca histórica del IES Alfonso II

<<Libros, duelo a primera sangre y otras cosas: de Clarín a Padura>>

Biblioteca del IES Alfonso II. 22.10.2024

Damos la bienvenida a la Biblioteca del Instituto Alfonso II de Oviedo a D. Leonardo Padura, Premio Princesa de Asturias de las Letras 2015, y a todos los aquí presentes, Dirección, profesores, alumnos y público amigo.

El carácter histórico de nuestra Biblioteca lo recibe ésta del propio Centro, con 179 años a sus espaldas. Creado administrativamente en 1845, sólo adquirió independencia de la institución universitaria en 1932[1], año en que ocupa el lugar que pisamos, antigua finca Roel, ubicación del colegio de los jesuitas, tras su expulsión. Luego, en el 34, sufre las consecuencias de la Revolución de Octubre.

El edificio actual se levanta, pues, a finales de esa década, siguiendo las trazas del racionalismo arquitectónico europeo y es entonces cuando toma cuerpo la actual biblioteca que, como ocurrió con la de la Universidad, sólo pudo recuperarse de la destrucción revolucionaria gracias a donaciones muy diversas, públicas y privadas, nacionales y extranjeras.

Caso muy probable de esto último es la gran Real enciclopedia de la Antigüedad Clásica, con más de 80 volúmenes, que lleva el nombre de sus fundadores alemanes Pauly-Wissowa (s. XIX y XX).

Poseemos una Biblia Vulgata, del XVIII, dedicada al rey ilustrado Carlos III, del afamado tipógrafo Joaquín Ybarra, como el Salustio de la biblioteca universitaria de Oviedo. Sabemos que las colecciones de los jesuitas nutrieron fondos de muchas bibliotecas.

Fruto de donaciones particulares y recientes es la Historia Natural de Buffon (25 vol.), obra del siglo XVIII,  publicada en el siglo XIX en español.

De esas fechas inciertas proceden también las primeras ediciones españolas, traducidas directamente del alemán, de algunas obras de Freud, en concreto la Psicopatología de la vida cotidiana, de 1901, o El chiste y su relación con el inconsciente, de 1905, así como los primeros volúmenes de la Revista de Occidente, fundada en 1923 por el filósofo José Ortega y Gasset. El volumen I nos regala una actualización de los Proverbios y Cantares de A. Machado. Y en el de 1933, hay una reseña dedicada a <<Los ánimos literarios en Cuba>>, sobre el cuentista de Manzanillo, Luis Felipe Rodríguez.

No puede faltar aquí una referencia a las obras de Marcelino Menéndez y Pelayo, compañero de estudios universitarios de nuestro Leopoldo Alas Clarín: La historia de los Heterodoxos españoles o la Bibliografía Hispano-Latina Clásica, último tercio del XIX. En el tomo VIII dedicado a Virgilio se cita la traducción del ovetense B. Pérez Valdés, cuya edición de las Geórgicas fue sacada a luz un siglo más tarde por un latinista de este Instituto, Tomás Recio. De las influencias de Horacio en los poetas cubanos del XIX, se encuentran detalladas referencias en el tomo VI, con comentarios sobre al afamado J. María Heredia.

Una mención especial reciben las Memorias del Patronato de Misiones Pedagógicas, fundadas por Giner de los Ríos y Bartolomé Cossío, también éste compañero de aula de Clarín. Las de 1934-5 están firmadas por Luis Bello, Rodolfo Llopis, el poeta Pedro Salinas, entre otros. Algunas de sus fotografías recuerdan por su carácter social a las de la Agencia Magnum Photos, premio de la Concordia 2024.

Del autor de la La Regenta (1884-85) la biblioteca guarda la edición facsímil con motivo del 1er centenario de su publicación, con prólogo de B. Pérez Galdós.

Un siglo más tarde, la Biblioteca acoge novelas y ensayos de nuestros contemporáneos alfonsinos Ricardo Salmón y Moisés Mori, cuyos escritos gustan de la transgresión de géneros. Terminamos con la mención a dos actividades impulsadas por nuestro Centro y lo hacemos porque giran en torno al libro y a su lectura, comprensión y debate: por un lado, las Tertulias dialógicas organizadas año tras año para toda la Comunidad educativa por nuestros compañeros del Departamento de Lengua y Literatura españolas, Pilar y Benjamín a la cabeza; por otro lado, pudor da decirlo, los Festivales de teatro juvenil grecolatino que, desde hace 28 años, han llevado libritos clásicos al aula y jóvenes al teatro en un número que ya ha superado los cien mil. Hay mucho más, pero el tiempo apremia.

Vayamos entonces a las aulas del Alfonso. Atrás en el tiempo, en el cambio de siglo y primer tercio del XX la nómina de personalidades salidas de ellas es abrumadora: políticos como Valentín Masip Acevedo o Sabino Fernández Campos, rectores como Leopoldo García-Alas, Luis Sela Sampil o S. Álvarez Gendín; muy distinguidos juristas cuales Valentín Silva Moreno o José María Serrano; pintores y músicos: Paulino Vicente, Higinio del Valle o Ángel Muñiz Toca; filólogos de la talla de Rafael Lapesa, premio Príncipe de Asturias de las Letras en 1986; un helenista y epigrafista de renombre, Francisco Diego Santos, y científicos, como es el caso de Grande Covián o de Severo Ochoa, premio Nobel en 1959.

No faltan escritores en tan dilatada relación, donde brilla con luz propia ¡Leopoldo Alas Ureña, nuestro Clarín! Dada la nacionalidad de nuestro invitado, sería inoportuno entrar en detalles sobre los más y los menos que Clarín tuvo en 1892, en Madrid, con su homólogo, el cubano Emilio Bobadilla, <<Fray Candil>> de seudónimo, colaboradores ambos del semanario <<Madrid cómico>>. Lo cierto es que el caso terminó con un duelo a primera sangre y sus causas, poco conocidas, bien pudieran investigarse por el detective Mario Conde.  ¡Todo un reto!

Regresemos a Oviedo. De esta etapa querríamos destacar su precoz afán literario. Se plasmó en <<el periódico Juan Ruiz, fundado, dirigido y escrito día a día por Leopoldo Alas para su particular regocijo>>. En 1863, con once <<añinos>> Clarín acude a las clases junto a Armando Palacio Valdés y Tomás Tuero. También compartió pupitre con los hermanos Anselmo y Emilio González del Valle, nacidos en Cuba, donde hicieron primaria en el Colegio de Belén, de La Habana. Anselmo fue un destacado musicólogo y compositor. En casa de éstos, en la calle Cimadevilla, al salir del instituto, Clarín organiza un Ateneo que incluye ensayos dramáticos. En Una comedia por un real[2] Clarín le da a Anselmo el papel de Blas, a Emilio el de mozo de café… y Leopoldo hace el papel de Corina, hija de don Blas.

Asimismo, y este dato nos lo ha participado nuestra compañera de Literatura, Pilar González, Clarín escribe en esta temprana etapa otra comedia en un acto titulada Tres en una, de gusto neoclásico y en clave moratiniana, obrita publicada en 2001 por la Consejería de Educación. Tras laboriosas pesquisas la hemos hallado para hacérsela llegar a D. Leonardo Padura, a manera de recuerdo simbólico de su visita a la Biblioteca.

Muchas gracias al galardonado y a todos ustedes por acompañarnos en nombre de Doña Luisa María Díaz, Directora del IES Alfonso II.

[1] Salvando otros emplazamientos provisionales y azarosos, como el de la calle Caveda, en el curso 1914-15, prolongado hasta el 1920-21, cuando pasó a instalarse en un ala del convento de los dominicos, con graves y variados problemas derivados de las deficientes instalaciones.

[2] Escrita por Clarín en 1867 aunque publicada por primera vez en la revista Barcarola, nº 79-80, mayo de 2013.

NOTA: El texto leído en ese acto fue una versión ligeramente abreviada  con respecto a este original.